Sunday, October 24, 2010

26a Domingo Marte: “Cuando las abejas pican a los poetas”

CUANDO LAS ABEJAS PICAN A LOS POETAS
(Para representarla en el pasadía del 16 de octubre, en honor a Manuel S. Gautier (Doi) y Mateo Morrison)

Por Domingo Marte

"Doi" representado por Rafael Peralta Romero

Personaje 1. Corre entre la gente, con una lata como tambor. Empuja a los asistentes hasta el gazebo.
- Corran, vengan, corran, vengan, que a Doi Gautier y a Mateo Morrison los picaron las abejas. ¡Hay pleito, hay pleito!

Personaje 2. Dueño de las abejas. Camina en círculos. Machete en el cinto; mano derecha en el cabo. Cuando los asistentes se van acercando. Gesticula; habla palabras sueltas, en tono alto y airado.
-Aquí hay algo raro; y a menos que no me resuelvan este problema, aquí va a correr la sangre

Personaje 3. (con camisa y sombrero). Sale del público. Va al encuentro del dueño de las abejas. Tono conciliador
-Espere señor, espere. Usted está entre personas civilizadas, y pacíficas. ¿Cuál es su problema?

Dueño de las abejas.
-Ya usted oyó; que mis abejas picaron a dos músicos, que creo que se llaman Doi y Mato.

El campesino, dueño de las abejas (Domingo Marte), entra, machete en mano

Personaje 3.
-Óigame; en ese caso los que deben estar molestos son ellos por esa picadura. El que está en problema es usted.

Dueño de las abejas.
-Ustedes me están provocando; si este relajo sigue les corto las cabezas, a usted y a ellos.

Personaje 4. Juez (todavía sin bata ni bonete). Corre desde el público. Se mete en medio de los contrincantes y los aparta
-Momento, momento. Aquí nadie toma la ley en sus manos (tose dos veces); aquí no se cortan cabeza sin mi autorización (pausa). ¿Por qué no resolvemos en un juicio organizado?

El juez (Oscar Holguín Veras) entra a averiguar

Personaje 5. Publico asistente y un animador que comienza el coro). ¡Juicio!, ¡juicio!, ¡juicio!

Juez.
- A ver, a ver. ¿Dónde están los picados? Los nombrados Doi y Mato.

Personajes 6 y 7 (representando a Doi y Mateo). Van al frente, se quedan entre el público y el juez.
-Aquí, su señoría
El dueño de las abejas discute con otro campesino (Isael Pérez)

Juez. (tono de duda)
-¿Ustedes son Doi y Mato

Mateo.
-Supongo que se trata de mí, pero mi nombre no es Mato, sino Mateo.

Juez.
-Excuse; mil disculpas señor Mateo; el que confundió su nombre fue este señor (señala al dueño de las abejas)
El juez discute con el campesino, dueño de las abejitas

Juez.
-¿Y usted? (señalando a Doi). ¿De dónde viene eso de Doi?

Doi.
-Mi nombre es Salvador. Pero una empleada de mi casa, muy, pero muy cibaeña, me llamaba Salvadoi, Salvadoi; y a mis cercanos le gustaba tanto, que hoy, todos mis cercanos me llaman Doi.

Juez. Dirigiéndose a Doi y Mateo
- Está bien, está bien. ¿Pero ustedes qué dicen? ¿Sintieron las picadas?

El juez (Oscar Holguín Veras) trata de apaciguar al dueño de las abejas (Domingo Marte)

Doi y Mateo. Hablan en coro.
-El dolor físico no nos distrae; somos escritores y poetas.

Dueño de las abejas. Tono enfático
-¡Ah! Escritores y poetas; ya sabía que por ahí andaba la cosa.

Juez. Bueno, bueno, déjese de quejas. !Tráigame las pruebas de su denuncia!, ¡tráigame las abejas muertas!

Dueño de las abejas.
-¿Las abejas muertas?
El juez discute con "Mateo" y "Doi"

Personajes Doi y Mateo.
- (En coro) ¿Las abejas muertas?

Juez. (tono pausado y explicativo)
-Si, las abejas muertas; las abejas cuando pican a un humano mueren; sus ponzoñas y parte de su cuerpo se quedan en la piel de la persona picada.

Dueño de las abejas. Tono enfático
-¡Ah! Ya sabía yo que por ahí andaba la cosa. Pero ahí está el problema; mis abejas no están muertas, están más viva que nunca.
La abejita que picó a Doi (Eduardo Gautreau De Windt) ataca

Juez. ¡Ah, que bueno! Entonces, asunto resuelto. No abejas muertas, no picada. Como decimos en justicia: No ha lugar. Aquí no hay problemas.

Dueño de las abejas.
-¿Y quién dijo que no hubo picadas?

Juez.
-Bueno, ni Doi ni Mateo sintieron la picada

Dueño de las abejas.
-¡Anjá! Entonces lo que digan ellos es lo que va. Pues sepa que mis abejas hablan la verdad cuando dicen que los picaron.

Juez.
-¡Ah! ¡Y es que sus abejas hablan!

Dueño de las abejas.
-¿Y de qué usted se asombra? Si los poetas no sienten dolor físico, ¿ qué de raro hay que mis abejas hablen? Pues para que usted sepa, mis abejas no sólo hablan; hablan como si estuvieran cantando.

Juez.
-¿Cantando? ¿Está seguro? ¿Cantando?

Dueño de las abejas.
-Así como lo oye.

Juez.
-Bueno, ¡ya basta de fábulas! Tráiganme a esas abejas. Quiero verlas, quiero escucharlas.

La abejita que picó a Mateo

Público
-(con animador).
¡Queremos escucharlas!, ¡queremos escucharlas!

Personaje 8. Abeja o abejón 1 (con alas y antenas).
La abeja o abejón se presenta así:
“Soy la musa de Doi Gautier”, y lee:
Llegué hasta el río, rugiente y huidizo, con sus músculos acuosos y retorcidos. Me embriagué de olor a hojarasca disuelta en la tierra y de humedad fermentada. Recogí una pomarrosa que flotaba cerca de la orilla y la llevé a los labios. Algo inexplicable impidió que la mordiera y me obligó a notar las sombras que me arropaban. Tiré la pomarrosa al río para que prosiguiera su viaje inútil, y me agaché a recoger una flor pequeña, incolora, campanita de pétalos, tejido de luna en la maraña de la oscuridad. La flor se abrió y me enseñó su pistilo cuajado de partículas de polen”
(Fragmentos de “El asesino de la lluvia”, de Manuel S. Gautier (Doi).
Dueño de las abejas.
Usted oye, señor juez. Lo picaron por estar recogiendo polen.

La abejita va a picar al campesino

Abeja o abejón 1. Prosigue
“Yo soy el origen de las lluvias
adminículo irritante del cosmos
que encierra imperturbable
el enigma brutal de una fertilidad atávica
Conozco la aridez de tus desiertos
el pálpito de tu sol desfallecido
las escaramuzas de voces sin gargantas
con estériles reclamos de fuegos incesantes…”
“…Yo soy el asesino de las lluvias
el único desprendimiento de sí mismo
que desafió la verdad
y la esperanza
el único que sobrevive
y que muere
por sí solo”
(Fragmentos de “El asesino de la lluvia”, de Manuel S. Gautier (Doi).
Juez. Rascándose la cabeza, frente arrugada, ojos bien abiertos.
-¿Y que es esto? ¿Qué es lo que pasa aquí? Ya me bañé en el río, pero ahora voy a bañarme desnudo, a ver si despierto de este sueño.
Mateo y MSG felicitan a los actores

Personaje 9. Abeja o abejón 2. ( con alas y antenas). Salta al frente y se presenta así: Soy la musa de Mateo Morrison
Siento que después de ti
un río no será un río
será una constelación de sueños
al lado de su cauce
(Tomado de ‘Soliloquio Desnudo’)
Y sigue:
“Tropezar con la misma piedra
o bañarse dos veces
en el mismo río es muy difícil.
Pero tirar una piedra al río
no solo es posible sino deseable
porque se forma un remolino
parecido a una flor.

Los actores con Mateo y MSG

Dueño de las abejas
-
Poetas. Remolinos. Lo peor de todo es que ese señor quiere mudarse pa ca’, con la familia entera, para desarbolearme las abejas.
Abeja o abejón 2.
Me iré con mi familia
a construir una estancia
en cada sorbo de agua
manando del molino del amor
(Tomado de ‘Cansado de Sostener)
Los actores

Dueño de las abejas
-Usted se da cuenta señor juez, estos poetas son mala compañía. Ahora francamente no sé si mis abejas son abejas o qué es lo que son
Abeja o abejón 1 (Doi)
Pensé una vez:
Si yo fuera rosa, también sería espina.
Pensé otra vez:
Si yo fuera yerba, también sería trigo.
Pensé de nuevo:
Si yo fuera estrella, también sería luz.
Pensé insistente:
Si yo fuera agua, también sería mar.
Mas me dije:
No soy rosa ni trigo ni estrella ni agua...
y entonces,
¿qué soy,
(tomado del poema “Especulación, de Manuel S. Gautier (Doi)”
Juez. Los dos brazos en altos, cabeza inclinada hacia abajo. Desesperado y cortante
-Está bien, está bien. Aquí ha sucedido algo misterioso que francamente no lo entiendo. La única explicación posible, que, aclaro (dedo en alto), no está basada en la lógica, es que por las venas de Doi y Mateo no corra sangre; no fluya sangre alimentada por el cerdo que se enloda ni la batata que se arrastra, sino que corran letras, poesía de la buena, inyectada por su comunión con lo sublime. Entonces lo que puede haber pasado, y recalco (dedo en alto), que todavía está fuera de la comprensión racional, es que las abejas al picarlos se hayan contagiado, digo (dedo en alto), felizmente contagiado de su musa. Así qué, aquí va mi veredicto. Como aquí no hay daños (descarga el puño, como si fuera un mallete), entonces ....

MSG y Eduardo Gautreau De Windt al final del sainete

Dueño de las abejas.
-¿Cómo que no hay daños? Si ahora mis abejas se van a dedicar a declamar poemas, y a leer fragmentos de novelas, aquí no habrá miel; no habrá dinero para comprar la batata y el cerdo.
Abejas 1 y 2. Se acercan al dueño de las abejas, y accionan sus manos como si lo estuvieran picando.
Dueño de las abejas.
-Me han picado, me han picado las abejas. ¿Qué me pasa? (tambaleándose). (Se saca el machete y lo tira lejos)
Siento que mi machete se convirtió en violín
y fue a cosechar nubes que bailan en el río
veo flores gigantes, cubiertas de arco iris
abejas que cantan alegres, y faenan néctares
mientras caen sobre todo mi cuerpo
cataratas de mieles que empalagan
Gracias por bendecir mi estancia
con la presencia de sus musas contagiosas
sólo pido que mientras estén aquí:
las siembren en los aires y en las aguas
y en todo lo que se mueva y respire

Y vuelvan, pero no vengan de visita
mejor múdense, múdense aquí para siempre

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