Sunday, May 9, 2010

06e Palabras de Manuel Salvador Gautier

PALABRAS DE MANUEL SALVADOR GAUTIER


MSG al podio
Alianza Cibaeña Inc.
24 de marzo de 2010

El honor que me hace el “Ateneo Amantes de la Luz”, la Sociedad Cultural “Alianza Cibaeña”, la Casa de Arte, la Subsecretaría de Cultura Región Norte y la Casa de la Cultura de Santiago creo que no tiene parangón en la historia de la cultura dominicana. Cinco instituciones culturales, algunas con trayectorias extraordinarias de cientos de años asociadas a la cultura dominicana; otras, más reciente, con gran repercusión local, regional y nacional, se han unido para auspiciar una actividad que tiene como fin difundir mi obra literaria. Evidentemente sus directivos han determinado que soy merecedor de ese honor. Lo cual, señores, me complace grandemente, y no solamente por lo que significa de reconocimiento al valor de mi obra literaria, sino, porque este reconocimiento viene de Santiago. Toda mi vida he sido un amante de Santiago, de sus tradiciones, de sus espacios, de su arquitectura, del río Yaque, del parque Duarte y su Catedral, de la calle El Sol. Y, claro, y quizás primordialmente, de su gente.
Mi mamá, conocida aquí como Maricusa Mercado, una de las grandes bellezas de Santiago de principios del siglo pasado, fue criada por la familia Mercado Bonnelly, y potenció en sus hijos ese amor que ella siempre tuvo a la ciudad donde se hizo mujer y se cultivó, precisamente orientada por dos de la instituciones que hoy auspician esta actividad: el Ateneo Amantes de la Luz y la Alianza Cibaeña. De ella oí hablar por primera vez sobre Manuel de Jesús De Peña y Reynoso y sobre Eugenio Deschamps, fundadores de estas instituciones.
A ella, a Maricusa Mercado, dedico esta velada. Sé lo mucho que la hubiera disfrutado.
Les confieso que me encanta Santiago. Desde pequeño venía donde las tías América y Cameíta Bonnelly, hermanas de crianza de mi mamá, a disfrutar de vacaciones con los primos Bonnelly, jugando postalitas y bañándonos en el río (sí, en esa época se podía). Más tarde disfruté de los bailes de reinados y presentación de las damitas que se iniciaban en la sociedad, en el Centro de Recreo, y, por supuesto, del carnaval por las calles de la ciudad, con sus famosos “lechones”.
Para mí fue un gran placer poder servirle a Santiago en la salvaguarda de sus valores arquitectónicos y urbanos cuando dirigí, de 1990 a 1992, el Plan de Ordenamiento del Centro Histórico de Santiago de los Caballeros y participé en las discusiones que se tuvieron sobre el crecimiento de la ciudad con los expertos urbanos que vinieron de Curitiba, Brasil. También fue una experiencia inolvidable cuando, a principios de la década de 1990, asumí la dirección del Instituto de Cultura y Arte, recién fundado, y de la Casa de la Cultura de Santiago. Fue una época maravillosa en la que se lograron establecer planteamientos culturales significativos para Santiago, la Región Norte y el país entero.
Quiero agradecer a los directivos de las instituciones que han patrocinado esta actividad cultural sin precedentes. Ellos pusieron de su parte para que resultara con toda la brillantez que ha tenido
Un agradecimiento inmenso guardo a la gran poeta Carmen Pérez Valerio, quien ha sido clave en la coordinación de esta actividad. Carmen y yo nos conocimos en las reuniones mensuales del Ateneo Insular, desde 1995, y hemos desarrollado una gran amistad y admiración mutua por nuestras obras literarias.
De Fernando Cabrera y Máximo Vega, sabía que podía contar con ellos, pues nos acercamos a nuestras obras literarias desde que Fernando y yo coincidimos en las premiaciones de los premios literarios de la UCE en 2001, él como ganador del premio de poesía y yo, de novela, y Máximo y yo coincidimos en la premiación de nuestros respectivos ensayos en el Concurso de ensayos “Víctor Hugo en la Historia”, durante la celebración del Bicentenario del Nacimiento de Víctor Hugo en el 2002. A ellos, muchísimas gracias por el aporte que han hecho con estos textos magníficos sobre mis novelas El asesino de las lluvias y Un árbol para esconder mariposas.
Finalmente, las gracias al público que ha venido a esta actividad cultural a celebrar conmigo mis 80 años, de los cuales, los veinticuatro últimos, los he dedicado a la literatura. Espero que los años que me quedan sean tan fructíferos como los que ya han pasado.
Un abrazo a todos.







No comments:

Post a Comment