Thursday, June 24, 2010

12d Tejada, Peralta, Sosa y Peña: la tetralogía Tiempo para héroes

LA TETRALOGÍA
TIEMPO PARA HÉROES

Las cuatro novelas de la tetralogía fueron analizadas por los talleristas de la siguiente manera: Eduardo Tejada estudió El atrevimiento; Cynthia Peralta, Pormenores del exilio; Eddy Sosa, La convergencia, y Juan Peña, Monte adentro.
El atrevimiento
Por Eduard Tejada

Eduard Tejada en El atrevimiento

Buenas tardes amigos y amigas.

En nombre del Taller Literario Francis Livio Grullón, agradecemos y apreciamos la presencia de cada uno de ustedes y reiteramos la bienvenida al escritor al que rendimos homenaje esta tarde, Don Manuel Salvador Gautier, quien nos honra con su presencia.

No voy a hablar como un crítico literario porque no lo soy, hablaré como un simple lector que quiere recomendar a sus amigos, una lectura entretenida e interesante.

Con frecuencia se tiende a mitificar a los héroes, mostrándolos como si fueran entes provenientes de otro plano existencial. Esta primera novela de la tetralogía Tiempo para héroes, nos presenta a dos héroes de carne y hueso. Dos jóvenes de la clase media alta: Guarionex y Publio José, enmarcados en la realidad de la época: que se toman sus tragos, que de vez en cuando se van de parranda con sus amigos, que se enamoran, que se amargan, en fin, que viven el mundo real. Mientras leemos la novela, vamos conociendo la personalidad de cada uno de estos héroes, cómo fueron llegando a la convicción de que el país necesitaba un cambio de rumbo.

Hay un pasaje de El atrevimiento en el que podemos advertir una especie de despertar de conciencia en Guarionex:

Trujillo era una figura familiar desde su niñez. Aparecía por todas partes y hablaban de él por todos los sitios. Dios y Trujillo. Benefactor de la Patria. Padre de la Patria Nueva. Forjador de la Independencia Financiera. Primer Maestro. Primer Obrero. Lo vio por primera vez en un desfile escolar en la avenida George Washington… Lo siguió viendo donde quiera en retratos. Comenzó a oír hazañas, hilvanar temores, detectar desasosiegos, en mensajes inconclusos, frases tácitas, y exclamaciones zafadas en momentos inoportunos. Trujillo era un monstruo, un dictador, un asesino. Tenía sometido al pueblo dominicano bajo su yugo. Hasta su papá Jobito había estado preso… Pero aún con un cuadro tan sugestivo de indicios claros y acusaciones contundentes, Guarionex no entendía… Con el tiempo, siguió acumulando más informaciones sobre la dictadura. Comenzó a sentir la opresión paralizadora a la que estaban sometidos diariamente los dominicanos a través de la prensa, la radio, el runrún y todos los medios de comunicación habidos y por haber … ¿Qué siente alguien por tres horas, concentrada su imaginación en discurrir sobre un tema prohibido, que se le presenta en su verdadera dimensión? Frustración. O quizás una decisión subterránea, subrepticia de observar y entender, para enfrentarlo algún día (El atrevimiento, ps. 18 y 19).

En el caso de Publio José, éste desafía la autoridad de un padre empeñado en que su hijo asuma la carrera militar para seguir así con la tradición familiar. En una de las discusiones que tuvo con su padre, Publio José muestra una determinación inquebrantable, haciendo notar su fortaleza de carácter.

“…Soy un Santamaría, y te voy a probar lo que significa esa herencia. No la minimices haciendo repetir el ciclo. Otro Santamaría, otro militar más. El ciclo ya se agotó. Ahora yo, tu hijo Publio José, va a ser otra cosa que hará enorgullecer a todos los militares Santamaría, desde los tiempos inmemoriales hasta hoy. (Publio miró al hijo, con negras premoniciones). ¡Voy a ser Presidente de este país!” (El atrevimiento, p. 79).

Después de muchas desavenencias encuentran una solución salomónica que le permite a Publio José irse a hacer una maestría en Economía en los Estados Unidos.

Bueno, creo que ya podemos hacernos una idea de por donde van nuestros dos héroes. No les voy a contar más porque mis compañeros de panel conversarán con ustedes acerca de cómo van evolucionando y cómo terminan. Pasemos a otro punto.

La trama de El Atrevimiento se desarrolla a partir de la decisión por parte del Estado Dominicano (entiéndase Trujillo) de comprar la compañía Dominicana de Electricidad.

Un grupo de empresarios y comerciantes de Santiago, desafían al tirano al promover el “Proyecto Tavera-Bao-Angostura” consistente en una serie de presas que se utilizarían en la producción de energía eléctrica y sistemas de riego.

Hay que hablar de desafío porque en esa época todo proyecto de desarrollo debía contar con el beneplácito del dictador, quien tenía el monopolio de todas las iniciativas de este tipo. Sólo se hacía lo que beneficiaba a Trujillo.

Se vivía en una sociedad paralizada por el miedo. Tanto así que los integrantes de ese grupo se llamaban entre ellos “Hicoteas” debido a qué “mantenían la cabeza escondida mientras pasaba el peligro” (El Atrevimiento, p. 52).

Los que lean la obra se van a entretener con los ejercicios de malabarismo de estos personajes en su afán de lograr sus objetivos. También podrán notar otros rasgos propios de la dictadura como la desconfianza mutua y la falta de solidaridad con los que “caían en desgracia”.

Espero que estas breves palabras hayan despertado la curiosidad y los motiven a leer esta novela de Don Manuel Salvador Gautier, espero que los más mayorcitos recomienden a sus hijos su lectura para que así puedan apreciar en su justa medida la figura de Trujillo en el proceso histórico dominicano.

Muchas gracias.

Pormenores del exilio
Por Cynthia Peralta

Cynthia Peralta en Pormenores del exilio

Me emociona mucho el poder hablar de este libro porque al igual que la mayoría de sus personajes, llevo en mi mente el pensamiento patriota en mi corazón, el impulso de luchar por una patria digna y libre de toda corrupción.

Es algo extraordinario, como uno puede adentrarse y focalizarse en la trama, como si lo estuviera viviendo. Los jóvenes preparándose y puliéndose para hacerle frente al gran problema que azotaba nuestro país, con una valentía, coraje y enorme sigilo. Los exiliados, a pesar de que tenían que mantenerse bajo la clandestinidad, seguían con la mente en la República Dominicana y en su mayor depredador Trujillo, buscado la manera de sacarlo del juego, antes de que fueran descubiertos y sus planes se vinieran abajo, como muchas otras veces.

Pero, a pesar de las persecuciones, peligros y acusaciones, seguían adelante, ya que para ellos, sólo existía en sus mentes un ideal que era una república libre y una meta que era acabar con Trujillo.

Más sin embargo, para Publio José y Zaida, a pesar de este ideal y esta meta, había algo más por que luchar: su amor. Este era un amor puro y sincero, que debido al peligro que traía consigo, la posesión de cada uno en el frente antitrujillista, debía ser discreto y casi prohibido.

La vida de los dominicanos que luchaban por su patria se tornaba cada vez más imposible y los planes debían retrasarse debido a las contrariedades que acontecían, vivían en una constante persecución con los seguidores de Trujillo, poniendo en peligro sus vidas y las de sus seres queridos. En este juego se jugaba en todo por el todo y al final de cuentas, sólo podía haber un ganador.

Mientras los seguidores de Trujillo vivían detrás de los que no simpatizaban por él, ellos se preparaban para el glorioso día en el que verían caer a aquel inescrupuloso hombre que había convertido nuestra república en un títere que podía manejar a su antojo.

En un encuentro para fines de la operación, en medio de un tiroteo, cayó el cuerpo mal herido de Jackie Almonte, sus últimas palabras inspiraron a Publio José para continuar con lo que por tanto tiempo le hacía falta a nuestra república.

Muchas gracias.

La convergencia
Por Eddy Sosa

Eddy Sosa en La convergencia

Buenas tardes señoras y señores.

Para aquellos que no vivimos la época de la tiranía trujillista y para los que la vivieron, me atrevo a decir que esta tetralogía, Tiempo para Héroes es una recreación, más que interesante de los hechos, didactizante, esto de “didactizante”, porque siendo narrado por un gran observador, maestro, crítico sagaz, como Manuel Salvador Gautier, aprendemos no sólo de la época sino del comportamiento muchas veces inesperado y enigmático del hombre dominicano, y es que Gautier, como nos lo dice al principio en la introducción de su tetralogía, procura un enfoque intimista de los personajes, evaluando al mismo tiempo y magistralmente, la situación política, social y económica de la era.

En la tercera novela, La Convergencia, como su nombre lo expresa, se produce la unificación de grupos dispares: militares de varios rangos, estudiantes, profesores, activistas políticos y obreros, en procura de traer armas desde el exterior a un frente local interno, que debía coordinar sus actividades con el Movimiento de Liberación Dominicana (MLD), para respaldar la invasión, cuando ésta llegara.

Como gran observador, el autor nos describe vivamente la situación y ambiente de los barrios capitalinos de la época, denotando así el contexto crítico y convulso en que se desenvuelve y se desarrolla la convergencia. Aquí procedo a leer un párrafo de la novela que describe los hechos y nos da una idea pormenorizada del modus vivendi de la gente de aquel entonces:

Goyito vio las casuchas abiertas con sus enseres pobres. Catres, mesitas de madera de pino, ropa colgando de un calvo. Caminando por los callejones era como si caminara por dentro de las casas. La gente se sentaba en la puerta con su silla de guano, haciendo lo que fuera. Las mujeres peinándose son sus greñas amontonadas alrededor de la cabeza como pilas de cabuya; o cocinado en un anafe con ollas renegridas donde no se distinguía bien quía bien qué era lo que había adentro, ni por el olor; o atendiendo los machuchitos barrigones o famélicos, gritándoles o acurrucándolos, algunas recién paridas dándoles el seno a sus criaturas a la vista de todos, sin ninguna reserva. Los hombres jugando dados o dominó o atendiendo a las espuelas de gallo o afeitándose en palanganas delante de un espejo recostado contra un palo. Algunos modelando madera en un taller improvisado regando los desperdicios sobre el camino o desbastando un tronco para la construcción de un anexo. Los jóvenes tirándose la pelota donde hubiera un espacio lo suficientemente grande para hacerlo o juntos, en grupos disertando o hablando de trabajo y de mujeres. Las muchachas ayudando a los mayores, algunas caminando con desenfado tratado de llamar la atención de los muchachos agrupados. Había borrachos también y Goyito presenció un pleito que surgió de repente entre dos hombres y una mujer. En algunas casas vio billares, donde jugaban concentrados jóvenes y viejos; y Yassa le explicó que había casas de prostitución, pero arriba por donde estaba el colmado de su papá. Era otro mundo.(Pág. 20, La Convergencia)

Algo que me llamó poderosamente la atención en esta novela fue, la rigurosidad y al mismo tiempo objetividad que le trasmite el autor a los personajes de ambos bandos. Los servidores del régimen y los antitrujillistas (no solo los expedicionarios). Por ejemplo, llegó un momento en que no se sabía qué bando portaba mayor o mejor estrategia para mantener o conquistar sus propósitos, por eso vemos a un cónsul como Sotero Bobadilla, tratado deshonrosamente por su misma gente y apabullado por el jefe del SIM, otras veces vemos a un Don Polo Contreras dubitativo e impotente en el exilio.

Un factor importante que favorece la convergencia es el grado de educación de la conciencia que algunos hombres van adquiriendo por medio de las experiencias vividas o el legado familiar. Y este es el caso precisamente del Capitán Fremio Suárez, servidor del servicio de inteligencia al mando del coronel Candido Jiménez, y es que al presenciar todos los abusos y al recordar las palabras de su padre Asdrúbal, dicho capitán reflexiona profundamente. Su padre comenta:


‘Mira hijo, yo ya me estoy poniendo viejo, pero el día que a mi digan que tu cometiste una vagabundería, vas a tener que matarme, porque yo una vergüenza así no te la perdono, yo fui un militar digno y mis hijos tienen que serlo igual.’(Pág. 91, La Convergencia.)

Las anteriores líneas deja bien claro de que había hombres honorables y dignos capaces de transmitirle a su generación y a sus descendientes los valores necesarios, para cualquier posible transformación y podemos asegurar que el caso de Fremio y su padre Asdrúbal se repitió en otras familias de la época, así como suele suceder en nuestros días, donde resurgen tantos hombres dignos de en medio del desorden y la falta de valores, cuando se piensa quizás, que todo está perdido.

Cuando un pueblo decide emanciparse, no bastan los oprobios, ni las artimañas amedrentadoras, ni los hostigamientos brutales; por eso robos bien planificados, como en el caso de Goyito y su esposa Margarita, llamadas molestosas, sondeos, el acto de obligar a muchos a que publicaran en la prensa artículos laudatorios a Trujillo y su política y condenatorios de Castro y Betancourt o el envío constante de ladrones, prostitutas y matones, para que los asediaran y los atormentaran, o provocaciones de pleitos en sitios públicos, para promover escándalos. Nada, nada de eso hizo bajar la guardia, para que la gran convergencia, llegara a su etapa consumada y el arrojo y valentía de los expedicionarios, incendiara su antorcha en favor del pueblo dominicano. Por eso invitamos a todos a que disfruten esta maravillosa tetralogía inspirada en uno de los momentos históricos más controversiales y decisivos en la historia dominicana, que merece ser estudiada en el día a día para mantener viva la memoria y ejemplo de quienes fueron y son nuestros grandes hombres, así pues, felicitamos una vez más el genio y talento de nuestro inmenso escritor Manuel Salvador Gautier por su gran aporte a las letras dominicanas y a la literatura universal.
Muchas gracias.

Monte adentro
Por Juan Peña

Juan Peña en Monte adentro

Buenas tardes a todos los presentes.

Para mí resultó emocionante, leer esta cuarta novela de la tetralogía Tiempo para héroes de Don Manuel Salvador Gautier: Monte Adentro.

Ya a estas alturas del juego, nuestros héroes llegan por Constanza, Maimón y Estero Hondo después de haberse entrenado por varios meses en el campamento Mil Cumbres en Cuba.

Los expedicionarios seguían el ejemplo de los revolucionarios cubanos, aprovechando su amplia y exitosa experiencia en la guerra de guerrillas.

Es importante destacar que en sus mochilas traían también un plan mínimo de acción que ejecutarían al asumir el poder político, en el se hablaba: “De la reforma agraria, con la cual los campesinos tendrían su propia tierra “de acuerdo al principio que establece la función de la propiedad privada”; de la organización de los campesinos en asociaciones, cooperativas o cualquier otra forma que asegurara se oyeran sus demandas; de la garantía al trabajo para toda la población, incluyendo a los campesinos, con una política económica equilibrada a nivel nacional” (Monte Adentro, p. 26).

Más adelante este plan sería asumido, con ligeras modificaciones por el Movimiento 14 de Junio que dirigía Manolo Tavares Justo.

Al final de Monte Adentro, pudimos apreciar la mano macabra del tirano que desplegó su ira contra los expedicionarios, haciendo correr la sangre por doquier. Pese a todas las muertes horrendas y los crueles vejámenes, las ideas libertarias no desaparecieron de la tanta gente anhelaba un cambio en el país.

Es preciso llamar la atención sobre el hecho de que los grandes sacrificios en procura del bienestar colectiva no son en vano. Por eso llamo a lo jóvenes de mi generación a luchar por las transformaciones necesarias, cada vez que manos asesinas atenten contra la libertad del pueblo dominicano.

Muchas gracias.

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