Wednesday, November 10, 2010

27a Carlos Fernández Rocha: Un árbol para esconder mariposas


Playa en Puerto Plata

UN ÁRBOL PARA ESCONDER MARIPOSAS

Por Carlos Fernández Rocha

Debemos ser breves porque en este acto hablarán varias personas. Por esta razón, y sin preámbulos, entremos en materia.

1. Hay una originalidad importante en esta novela. Por una parte está el tema de las interrelaciones raciales y la confrontación social que esto supone, sobre todo en ciertos estamentos sociales de nuestro país. Que yo sepa, esta es la primera novela dominicana que narra esta situación que no es, en este caso, muy problemática. El nudo argumental se produce más bien en el otro elemento original que tiene la obra: la confrontación a nivel íntimo y social entre la religión y las creencias populares, y el racionalismo propio de la civilización occidental (europea). Razón y fe.

Tian es heredero de una tradición ancestral de “servidores de misterio”, mientras que Liliana es una antropóloga social muy imbuida del racionalismo de la “academia norteamericana”. Este segundo elemento es el que, en realidad, le da una mayor originalidad a la obra. Hay unas cuantas novelas dominicanas en las que el mundo del voudú y la religiosidad están presentes, pero en ninguna es presentado el tema como una aguda crisis interna y personal. Tian reconoce que es heredero de un poder y de un compromiso espiritual, social y familiar cuya aceptación implica a corto plazo la ruptura con su esposa e hijas. Esta aceptación supone igualmente un regreso a su origen y dejar atrás una ciudad y un país que culturalmente le es ajeno, pero que es su hábitat actual.

Sutilmente quizás, se nos presenta la entremezcla racial como un resultado que traerá una especie de crisis y posterior armonía a la dialéctica razón y fe, a los mundos que estos principios representan. Efectivamente, el fruto del amor de Tian y Liliana, Ana Isabel y Ercilia, suscitan la especial atención de la madre de Tian y la confrontación por la cual Liliana se decide a separarse de su esposo y reintegrarse al seno de su familia exiliada en Miami. Podría pensarse que la raza negra es la que resulta sacrificada en una ofrenda a los más altos valores del espíritu y la libertad, aunque este aspecto no queda planteado explícitamente y con claridad.

2. Solo resta comentar el título de la obra que resulta obviamente simbólico. A través de la novela se hacen repetidas referencias a la superstición con respecto a las mariposas negras que auguran la llegada de la muerte o de inconvenientes. Al plantar un árbol como acto simbólico al final de la novela de alguna manera “la esencia del espíritu de la naturaleza, creadora y productora, inspiradora y alentadora… (representa) el árbol del paraíso, alrededor del cual solo hay armonía, como la deseada por él”. (pág 137). Así las mariposas de mal agüero quedarán escondidas en un árbol (Tian) que traerá armonía y paz.

3. La novela “Un árbol para esconder mariposas” tiene una estructura paralela dividida en diez partes y un colofón que argumentalmente cierra la obra. Los capítulos impares está encabezados por la variante pronominal “ÉL” t los pares con su opuesto de género “ELLA”. El capítulo final lleva por título “ÉL Y ELLA” y de una manera clara da fin a la serie de acontecimientos narrados. En cuanto al contenido, sin embargo, quizás se siente la falta de un segmento en el que se narre el final del protagonista Tian en la guerrilla, aunque supongo que el narrador puede contarlo o no. Estos capítulos se desarrollan de manera muy genérica en dos ambientes: Nueva York y Solera Abajo. No se puede decir que se oponen, aunque sí que representan dos mundos completamente diferentes en todos los aspectos…

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