DISCURSO RESEÑA DE
DIMENSIONANDO A DIOS
Por José Alexander García De Peña
José Alexander García De Peña en su exposición
MSG con los expositores y otros invitados.
Genao muestra la novela Un árbol para esconder mariposas de MSG
MSG con los expositores y otros invitados.
Genao muestra la novela Un árbol para esconder mariposas de MSG
Actividad: Por los caminos de Gautier
15 de junio de 2010
Buenas noches a todas y todos.
Aprovecho (Aprecio) la oportunidad brindada en esta noche para compartir unas palabras sobre el último libro publicado por Manuel Salvador Gautier, el cual dramatiza una etapa poco conocida de nuestro prócer Juan Pablo Duarte: La de su juventud, la cual contiene relatos y vivencias de sus estudios y formación en el extranjero. En este libro, el autor nos expone la tesis que Juan Pablo, luego de estudiar bajo las influencias católicas en Santo Domingo, se decide embarcar en un viaje que lo lleva por Estados Unidos, Inglaterra y Francia, para finalmente arribar a España con el fin de estudiar Sacerdocio en el Seminario Conciliar de Barcelona en 1829. Fue allí donde Juan Pablo conoció las sociedades secretas que buscaban combatir el absolutismo de la época e imponer a Cataluña como una nueva nación europea, encendiendo así la chispa independentista del joven Duarte, ¡Los fueros y libertades de Barcelona! Fueros y libertades que juntos daremos a nuestra patria…. Fueron las palabras de Duarte cuando el Dr. Manuel María Valverde, le preguntó que es lo que más le había impresionado en sus viajes.
En esta novela histórica se nos describe la complicada realidad de Santo Domingo en la primera mitad del siglo XIX, con una población que estaba en un limbo político, donde no había definición de si éramos españoles, haitianos o, finalmente, dominicanos. Donde muchos, incluso, aspiraban a que fuésemos parte de naciones ajenas como Estados Unidos, Francia o la Gran Colombia, como eran los planes de José Núñez de Cáceres en su primer intento de independencia de la nación en 1822.
Eran tiempos difíciles, tiempos de ocupación extranjera, de inseguridad física y jurídica, tiempos en el que sólo una élite tenía acceso a la educación básica, en donde no existía ningún tipo de libertad ni derechos para los habitantes de la isla. La Barcelona que vivió Duarte entre 1829 y 1831, se encuentra dentro de lo que la historia española llama “La década ominosa”, de 1823 a 1833, el período de terror con el cual Fernando VII quiso dominar las ansias de autonomía de los catalanes. La situación de opresión que vivían ambas naciones pues, era muy similar, a diferencia de que para los catalanes ya existía una identidad propia.
Gautier logra, a través de las historias de sus personajes, reflejar no sólo la vida de aquellos tiempos, sino también recordarnos a los héroes y antihéroes con los que convivimos en nuestra época.
El autor nos presenta heroínas como Doña Esclarí, representando a las mujeres revolucionarias, feministas, que nunca han faltado al llamado de la historia, aunque a veces quienes escriben quieren olvidarlas…. Héroes como el Diácono Don Miquel, que redactó una constitución para los independentistas catalanes, demostrando que todos podemos contribuir a las causas de la patria desde cualquier posición en la sociedad, ya sea en la iglesia, en las empresas, las escuelas o en la sociedad civil…. También antihéroes como los policías y militares corruptos, personificados en el coronel haitiano Beltrand, que vendía como esclavos a sus propios compatriotas; y los ladrones de cuello blanco, hombres que viven una doble vida, que piensan que el fin justifica los medios pues entienden que los hombres valen por lo que tienen, como así lo demuestra el personaje de Felipe Aguedó, tutor de Duarte durante sus viajes.
Es en este escenario que se nos describe a un Duarte poco conocido, al Duarte antes de la conspiración y los planes de liberación. Un Duarte en su juventud, mimado, con ideas sin madurar, con miedos, errores y defectos, pero al mismo tiempo sumamente talentoso, enérgico, inquieto, noble, preparado, con un alto sentido del deber, que se encontraba cultivando sus habilidades e intelecto. No precisamente para la liberación de su Nación dominicana, sino de la liberación del alma de los dominicanos, pues éste, según el planteamiento del Gautier, pretendía ser sacerdote para reedificar la Fe en Dios y su iglesia. No obstante, debido a lo acontecido en sus viajes y su tierra natal, las influencias de su hermano Vicente Celestino Duarte, y su naturaleza misma, lo llevan por rumbos diferentes. Juan Pablo a través de sus estudios y experiencias, termina develando que: “La Dimensión verdadera de Dios es la libertad y que el pecado más oscuro es el sometimiento del hombre por el hombre”.
Así pues, Gautier desarrolla su novela en torno a un Duarte en medio de una encrucijada que muchos jóvenes de hoy tienen, el de decidir si dedican su vida a sus asuntos personales, su profesión, sus negocios, su familia o a una empresa mucho mas riesgosa y mucho menos rentable, el del bienestar de la nación.
Si bien es cierto, que la llama de rebeldía del joven Duarte ya se había encendido una vez cuando el Capitán del buque en donde iba hacia América del Norte lo ofendió preguntándole si los dominicanos no reconocían que eran cobardes y serviles por inclinar la cabeza bajo el yugo de sus esclavos. Gautier plantea que no es hasta que, durante su estancia en Barcelona, él mismo se da cuenta de lo que pasaba a su alrededor y reflexiona:…Los catalanes vivían en dos mundos, el de la gente común, lleno de hostigamiento y pavor, y el de los poderosos, donde se aprovechaba la situación para hacerse de bienes y de lujos; un pueblo no podía seguir así. ¿Y yo? ... decía Duarte. Yo vivía en una burbuja, protegido por mis preocupaciones, que ahora consideraba casi banales. Estaba tan embebido en mí mismo, que aunque no desconocía lo que pasaba fuera del seminario, no le ponía atención ni me preocupaba. ¿Cómo pude ser tan indiferente? ¿Estaría encallecido por haber vivido una situación similar en Santo Domingo?
..... Ahora les pregunto a ustedes... ¿estamos viviendo HOY una situación similar en Santo Domingo? ¿Vivimos nosotros en una burbuja parecida a la que estaba Duarte? Gautier nos recuerda que no podemos seguir callados, que no podemos seguir indiferentes, que tenemos que levantar nuestra voz en contra del narcotráfico, el crimen, la represión, la corrupción y todos los males que nos arropan. Que no podemos hacer menos, que debemos unirnos todos y repetir la epopeya que forjó Duarte, cuantas veces sea necesario.
Muchas gracias.
15 de junio de 2010
Buenas noches a todas y todos.
Aprovecho (Aprecio) la oportunidad brindada en esta noche para compartir unas palabras sobre el último libro publicado por Manuel Salvador Gautier, el cual dramatiza una etapa poco conocida de nuestro prócer Juan Pablo Duarte: La de su juventud, la cual contiene relatos y vivencias de sus estudios y formación en el extranjero. En este libro, el autor nos expone la tesis que Juan Pablo, luego de estudiar bajo las influencias católicas en Santo Domingo, se decide embarcar en un viaje que lo lleva por Estados Unidos, Inglaterra y Francia, para finalmente arribar a España con el fin de estudiar Sacerdocio en el Seminario Conciliar de Barcelona en 1829. Fue allí donde Juan Pablo conoció las sociedades secretas que buscaban combatir el absolutismo de la época e imponer a Cataluña como una nueva nación europea, encendiendo así la chispa independentista del joven Duarte, ¡Los fueros y libertades de Barcelona! Fueros y libertades que juntos daremos a nuestra patria…. Fueron las palabras de Duarte cuando el Dr. Manuel María Valverde, le preguntó que es lo que más le había impresionado en sus viajes.
En esta novela histórica se nos describe la complicada realidad de Santo Domingo en la primera mitad del siglo XIX, con una población que estaba en un limbo político, donde no había definición de si éramos españoles, haitianos o, finalmente, dominicanos. Donde muchos, incluso, aspiraban a que fuésemos parte de naciones ajenas como Estados Unidos, Francia o la Gran Colombia, como eran los planes de José Núñez de Cáceres en su primer intento de independencia de la nación en 1822.
Eran tiempos difíciles, tiempos de ocupación extranjera, de inseguridad física y jurídica, tiempos en el que sólo una élite tenía acceso a la educación básica, en donde no existía ningún tipo de libertad ni derechos para los habitantes de la isla. La Barcelona que vivió Duarte entre 1829 y 1831, se encuentra dentro de lo que la historia española llama “La década ominosa”, de 1823 a 1833, el período de terror con el cual Fernando VII quiso dominar las ansias de autonomía de los catalanes. La situación de opresión que vivían ambas naciones pues, era muy similar, a diferencia de que para los catalanes ya existía una identidad propia.
Gautier logra, a través de las historias de sus personajes, reflejar no sólo la vida de aquellos tiempos, sino también recordarnos a los héroes y antihéroes con los que convivimos en nuestra época.
El autor nos presenta heroínas como Doña Esclarí, representando a las mujeres revolucionarias, feministas, que nunca han faltado al llamado de la historia, aunque a veces quienes escriben quieren olvidarlas…. Héroes como el Diácono Don Miquel, que redactó una constitución para los independentistas catalanes, demostrando que todos podemos contribuir a las causas de la patria desde cualquier posición en la sociedad, ya sea en la iglesia, en las empresas, las escuelas o en la sociedad civil…. También antihéroes como los policías y militares corruptos, personificados en el coronel haitiano Beltrand, que vendía como esclavos a sus propios compatriotas; y los ladrones de cuello blanco, hombres que viven una doble vida, que piensan que el fin justifica los medios pues entienden que los hombres valen por lo que tienen, como así lo demuestra el personaje de Felipe Aguedó, tutor de Duarte durante sus viajes.
Es en este escenario que se nos describe a un Duarte poco conocido, al Duarte antes de la conspiración y los planes de liberación. Un Duarte en su juventud, mimado, con ideas sin madurar, con miedos, errores y defectos, pero al mismo tiempo sumamente talentoso, enérgico, inquieto, noble, preparado, con un alto sentido del deber, que se encontraba cultivando sus habilidades e intelecto. No precisamente para la liberación de su Nación dominicana, sino de la liberación del alma de los dominicanos, pues éste, según el planteamiento del Gautier, pretendía ser sacerdote para reedificar la Fe en Dios y su iglesia. No obstante, debido a lo acontecido en sus viajes y su tierra natal, las influencias de su hermano Vicente Celestino Duarte, y su naturaleza misma, lo llevan por rumbos diferentes. Juan Pablo a través de sus estudios y experiencias, termina develando que: “La Dimensión verdadera de Dios es la libertad y que el pecado más oscuro es el sometimiento del hombre por el hombre”.
Así pues, Gautier desarrolla su novela en torno a un Duarte en medio de una encrucijada que muchos jóvenes de hoy tienen, el de decidir si dedican su vida a sus asuntos personales, su profesión, sus negocios, su familia o a una empresa mucho mas riesgosa y mucho menos rentable, el del bienestar de la nación.
Si bien es cierto, que la llama de rebeldía del joven Duarte ya se había encendido una vez cuando el Capitán del buque en donde iba hacia América del Norte lo ofendió preguntándole si los dominicanos no reconocían que eran cobardes y serviles por inclinar la cabeza bajo el yugo de sus esclavos. Gautier plantea que no es hasta que, durante su estancia en Barcelona, él mismo se da cuenta de lo que pasaba a su alrededor y reflexiona:…Los catalanes vivían en dos mundos, el de la gente común, lleno de hostigamiento y pavor, y el de los poderosos, donde se aprovechaba la situación para hacerse de bienes y de lujos; un pueblo no podía seguir así. ¿Y yo? ... decía Duarte. Yo vivía en una burbuja, protegido por mis preocupaciones, que ahora consideraba casi banales. Estaba tan embebido en mí mismo, que aunque no desconocía lo que pasaba fuera del seminario, no le ponía atención ni me preocupaba. ¿Cómo pude ser tan indiferente? ¿Estaría encallecido por haber vivido una situación similar en Santo Domingo?
..... Ahora les pregunto a ustedes... ¿estamos viviendo HOY una situación similar en Santo Domingo? ¿Vivimos nosotros en una burbuja parecida a la que estaba Duarte? Gautier nos recuerda que no podemos seguir callados, que no podemos seguir indiferentes, que tenemos que levantar nuestra voz en contra del narcotráfico, el crimen, la represión, la corrupción y todos los males que nos arropan. Que no podemos hacer menos, que debemos unirnos todos y repetir la epopeya que forjó Duarte, cuantas veces sea necesario.
Muchas gracias.
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