Tuesday, August 24, 2010

20a Avelino Stanley: La novelística de Manuel Salvador Gautier

LA NOVELÍSTICA DE MANUEL SALVADOR GAUTIER
Avelino Stanley

Ochenta años es una edad importante para exhibir los frutos de aquello a lo que uno se ha dedicado durante toda una vida. Con un conjunto de actividades realizadas en distintos puntos del país durante el 2010, Manuel Salvador Gautier ha estado celebrado sus ochenta años. Arquitecto de larga data, tiene estudios en esa área realizados en los Estados Unidos, Roma, Inglaterra y Venezuela, entre otros países, y desarrolló una meritísima carrera como profesor universitario. Pero lo que Manuel Salvador Gautier está resaltando en sus ochenta años no son ni sus logros como arquitecto ni sus aportes como catedrático. Doi, como le dicen por su afabilidad todos aquellos que lo conocen, en sus ochenta años de edad, está concentrado en exhibir sus logros literarios. En literatura, Manuel Salvador Gautier ha entregado Tiempo para héroes, publicada en 1993, compuesta por una tetralogía cuyos títulos son El atrevimiento, Pormenores del exilio, La convergencia y Monte adentro. Es decir, que bajo un título único de entrada publicó cuatro novelas. Luego, de nuevo, dio a la luz Toda la vida, en 1995. Posteriormente publicó Serenata, en 1999; Balance de tres, en el 2002; El asesino de las lluvias, 2006; Un árbol para esconder mariposas, en el 2009; Dimensionando a dios, en el 2010, y La fascinación de la rosa, una novela que ya tiene en imprenta. A las once novelas mencionadas, se agrega un libro de cuentos, titulado Historias para un buen día, en el 2003 y dos libros de ensayo literario titulados Jaime al descubierto, del 2006, y Gautier visto por Gautier, del 2010.

En la República Dominicana, esta cantidad de publicaciones constituyen una verdadera hazaña. ¿Que por qué son una hazaña? No solo porque en esas once novelas hay un total de 2,390 páginas publicadas en el género de la novela, que si se les incluyen las 250 del libro de cuentos y las 274 de los libros de ensayos hacen un total de 2,914 páginas. Sino también, más que lo cuantitativo, lo fundamental es porque se trata de una obra cuyo conjunto exhibe una calidad sumamente admirable. Y aunque estamos aquí para celebrar los 80 años de Manuel Salvador Gautier, la verdad es que Doi ha escrito y publicado todos esos textos apenas en los últimos veinte años de su vida. Debiéramos decir los últimos diecisiete años, pero decimos veinte porque asumimos que su tetralogía, aunque publicada en 1993, comenzó a escribirla antes, digamos que en 1990. Señoras y señores, un hecho así solo lo puede lograr un escritor que tenga dos elementos esenciales, el primero de ellos es la formación, y el segundo es la disciplina. Veamos en qué baso la presente afirmación.

Durante toda la historia de la literatura en la República Dominicana la novela ha sido el género literario más rezagado. La poesía y el cuento le han ido muy por delante a la novela tanto en el marco local como internacional. Lo mismo se puede decir del teatro y del ensayo literario. Pero en el género de la novela no ha sido así. De acuerdo a un ensayo que bajo mi firma ha publicado el Banco Central de la República Dominicana durante este año 2010, titulado La novela dominicana 1980-2009, perfil de su desarrollo, sostengo que la novela dominicana solo alcanzó su desarrollo como género en los treinta años que van de 1980 a 2009. Las razones de ese desarrollo, desde mi punto de vista, se deben principalmente (no únicamente) a que las técnicas de la novela moderna (las técnicas del siglo XX) solo comenzaron a ser aplicadas en la República Dominicana de manera consciente a partir de 1980. Además de lo señalado, otro de los factores que más afectó al atraso de la novelística local lo fue la falta de dedicación al género por parte de los autores. Para que se tenga una idea de esto último, he aquí un ejemplo. Desde 1844, fecha del surgimiento de la República, hasta diciembre de 2009, en el país se han publicado aproximadamente unas 680 novelas (de ese total, 230 salieron de 1844 a 1979 que son 135 años de historia; y de 1980 a 2009, que son solo 30 años, se publicaron unas 450 obras de este género). Una sumergida con detenimiento en esas 680 novelas nos confirma que en una gran parte de esos textos, sus autores no escribieron más de una o dos novelas. Tampoco es numeroso el grupo de autores que sobrepasa de cinco novelas. Dominicanos con diez o más novelas publicadas hasta agosto del 2010, solo tenemos tres autores. Ellos son: Marcio Veloz Maggiolo, con 17 novelas (es el dominicano que más novelas ha escrito); Diógenes Valdez, con 11 novelas; y Manuel Salvador Gautier, con 11 novelas.

Mucho se dice y se repite que bastaría con una sola novela que consagre a un autor. Yo puedo estar de acuerdo con ese postulado. Pero para mí es una pura coincidencia eso de que un novelista logre una obra maestra siendo autor de una sola novela. Porque el novelista, como el orfebre, adquiere su maestría con la práctica. Porque la buena novela, como el buen vino, casi de manera invariable solo se obtiene de las manos diestras. Y además de sus destrezas narrativas, Doi lo ha hecho apegado al canon de la narrativa moderna. Por eso Manuel Salvador Gautier es uno de los autores que ha aportado en gran medida al desarrollo de la novela dominicana durante el periodo que he señalado, de 1980 a 2009.



Avelino Stanley escucha las palabras de MSG

No caben dudas de que Manuel Salvador Gautier entró a la literatura por la puerta ancha con su tetralogía Tiempo para héroes. Dicha saga enmarca sus personajes dentro de un periodo específico de la historia dominicana, y es el de la lucha por la libertad durante la tiranía de Trujillo que tuvo como escenario los hechos que llevaron a la gesta expedicionaria de junio de 1959. De esta obra, en un reportaje publicado en el periódico “El Nacional” el día 26 de noviembre de 1993 titulado “El otro nacimiento de Doi Gautier”, el periodista Juan José Ayuso sostiene que “Como testimonio, la obra es un valor. Y si a ello se unen la corrección y la amenidad del relato, la mezcla simultánea de tiempos, caracteres y situaciones, no habrá de discutirse mucho para discernir el premio que las consagre…” Supongo que Doi se gozó el hecho de que Ayuso resultara ser un “lengua de chivo”, porque en efecto, esta tetralogía se alzó con el Premio Nacional de Novela del 1993.


Toda la vida es también una novela que recoge acontecimientos nacionales. De un tirón abarca un lapso de tiempo de la historia dominicana que va desde 1946 hasta 1992, con particular énfasis en la guerra de abril de 1965. De esta novela, en un trabajo titulado “Calidad literaria: Toda la vida, de Manuel Salvador Gautier”, Héctor Miolán, crítico literario dominicano residente en Nueva York, sostiene que “La novela es ante todo biográfica y en cierta forma histórica, partiendo de la tesis [de que] para que una novela sea histórica debe narrar hechos [de] no más de treinta años atrás según algunos críticos como Seymour Menton, y en este caso Toda la vida llega a cierta época que raya en los finales del siglo veinte. Pero esto no le quita ningún valor literario ni tampoco estético. Porque la narración de la vida de Manuel de Jesús Serra –Chuchú- es la biografía político-cultural particular, pero dentro del contexto histórico dominicano y no fuera del mismo.” Toda la vida le otorgó a Doi la satisfacción de ser, por segunda vez, el Premio Nacional de Novela, en esta ocasión el correspondiente al año 1995.


Serenata es una novela sobre los célebres amores la poeta Salomé Ureña y su esposo Francisco Henríquez y Carvajal, como se sabe los padres de Frank, Max, Camila y Pedro Henríquez Ureña. De esta obra la escritora Chiqui Vicioso, en una panel celebrado durante la XIII Feria del Libro 2010, titulado “La mujer en la narrativa de Manuel Salvador Gautier”, dijo lo siguiente: “Doi Gautier asume ese papel de presentador de serenata, en el relato sobre el que, quizás, pueda considerarse como el más célebre de los romances literarios dominicanos, el de la poeta nacional y educadora Salomé Ureña, y el joven intelectual Francisco Henríquez y Carvajal. Y lo hace en una de las novelas más acuciosas, bien documentadas y apasionantes que se haya escrito en el país: Serenata.” Esta novela ha tenido una magnífica acogida.


Balance de tres es una novela que trata la situación que le tocó sufrir sobre todo a la región oriental de la República Dominicana, cuando el país estuvo ocupado de 1916 a 1924 por los marines norteamericanos. Los marines le dieron a los patriotas dominicanos que los enfrentaron el mote despectivo de gavilleros. Y esto es, como bien señaló Félix Servio Doucudray, una epopeya calumniada. Ricardo Iribarren, escritor argentino que, en su país, ha publicado con gran éxito ensayos, narrativa corta y poesía, en un escrito del 5 de marzo de 2003 titulado “Manuel Salvador Gautier y la rebelión mítica”, dice que “Balance de tres reúne la condición básica exigida por Henry James de ser “interesante y bien construida”, pero en forma simultánea y subterránea mantiene esta acotación constante a los antiguos ritos; a reconstruir una cultura en base a centros de acción mítica que son parte de aquello que existía en estas tierras americanas antes de la llegada de los primeros invasores.” Con esta obra Doi obtuvo el Premio de Novela de la Universidad Central del Este, en el año 2002.


El asesino de las lluvias una novela narrada con una prosa proverbial que narra los conflictos metafísicos en que se ve envuelto un poeta durante el momento de su creación. El investigador literario Miguel Collado, en un estudio escrito el martes 1ro. de agosto de 2006 sobre esta obra, titulado “Notas de una lectura de El asesino de las lluvias” sostiene que: “Ser poseedor de una amplia cultura y de un pleno dominio en el uso de la lengua son dos factores que vienen a constituirse en claves fundamentales en el hacer novelístico de un narrador. Gautier reúne esas dos cualidades. Quizá por ello nos deleita al escribir con tanta galanura, soltura, espontaneidad, ternura y con un considerable nivel de conceptualización. Su novela es un fluir de saberes sobre la vida, sobre la literatura y sobre la condición humana. Por todo esto es que su obra se convierte en una novela de tesis admirable.” Esta novela fue publicada en el 2007 en Italia, con una traducción de Maria Antonieta Ferro, bajo el título de L'assassino delle piogge.


José Acosta es un escritor dominicano mucho más joven que Doi y también algo más joven que yo. Vive en Nueva York desde principios de los 90. Es poeta y narrador de primera línea en ambos géneros y ha obtenido importantes galardones dentro y fuera de la República Dominicana. Este escritor parece estar fascinado con la obra de Manuel Salvador Gautier. Acosta le escribe a Doi un correo electrónico donde le dice: “Le escribo para comunicarle que leí su novela Un árbol para esconder mariposas de una sentada, cuando venía de regreso a NY. La novela me atrapó y nunca la pude soltar. El encuentro de Tian con su madre en San Juan me conmovió hasta las lágrimas. El manejo de los planos narrativos (los cortes repentinos y las continuaciones del argumento dentro de otro corpus) me parecieron muy originales y muy bien manejados. (…) es una novela genial, no sólo por la fluidez de la prosa sino también por la manera en que se trata el encuentro (o choque) de dos culturas (o dos maneras de ver el mundo).” La novela, en efecto, trata sobre la tolerancia que debe existir en el mundo por los asuntos raciales y étnicos.


Dimensionando a dios es una novela sobre la vida del padre de la patria Juan Pablo Duarte. Por favor, no vayan a pensar que soy un hacker perseguidor de los mensajes ajenos. Pero en otro correo electrónico, Acosta le dice a Doi que: “La novela llenó todas mis expectativas. Pude hacerme una idea, bastante acabada, del joven que pudo haber sido Juan Pablo Duarte durante los años que estuvo en Barcelona. Todo está incluido ahí. El germen de la Independentista, el futuro conspirador a favor de la causa de la Independencia, la idea de la formación de la Sociedad Secreta La Trinitaria, los grupos de teatro con fines políticos... Es un personaje entero, bien delineado. (…) La prosa es amena, clara, periodística (se cuenta más de lo que se muestra). La historia atrapa (yo la leí de unas tres sentadas). Uno de los mayores logros de la novela es la interpolación de los diálogos. Este método me pareció muy novedoso. Ese empezar el diálogo, interrumpirlo para insertar una anécdota o acotación, y luego continuar con el diálogo, es brillante y muy moderno.” Esta novela, publicada este mismo año 2010, debe batir un récord en los centros de estudios dominicanos.


En La fascinación de la rosa, la novela que está en imprenta, según la contraportada, Gautier desarrolla paralelamente dos temas: “uno, la necesidad del hombre actual de hurgar en su interior, para encontrar las verdades que lo rodean y establecer las relaciones personales que realmente satisfagan sus necesidades emocionales y, otro, la obligación que tiene el hombre actual de adecuarse para sobrevivir a los cambios ecológicos que han surgido en su entorno, causados por él mismo, los cuales le exigen encontrar nuevas maneras de manejar su apreciación del mundo y un enfoque distinto para fundamentar su espiritualidad.”


Bruno Rosario Candelier, Presidente de la Academia Dominicana de la Lengua hizo una valoración a la obra conjunta de Doi, y la tituló “Fundamentos de la creación novelística de Manuel Salvador Gautier”. La misma fue escrita 14 de enero de 2010. Entre otros, Bruno resalta un detalle de suma importancia cuando sostiene que: “El aporte de Manuel Salvador lo sintetizo en los siguientes rasgos: 1. Retrata la realidad social a través del comportamiento de sus personajes, hechos y ambientes. 2. Desentraña lo que anhelan sus personajes, cuyas actitudes contrapone a la realidad nefasta. 3. Funda el sentido de su ficción en la potencia de sus convicciones profundas. 4. Alienta el relato de sus historias con un lenguaje apropiado a sus tipos y personajes. 5. Asume y aplica técnicas y procedimientos narrativos en consonancia con la estructura de hechos, ambientes, tramas y escenas.”


No solo me he extendido para dar una idea de la obra novelística de Manuel Salvador Gautier. Lo he hecho también para demostrar lo que dije al principio, que Doi es un narrador con formación y con disciplina. Y que su trabajo literario constituye una hazaña dentro de la literatura dominicana. Cuando Manuel Salvador Gautier se inserta en la literatura dominicana en ese periodo que va de 1980 a 2009, le inyecta a esta mucho de eso que le faltaba. Todavía a 20 años de que terminara el siglo XX, a la novelística dominicana le faltaba romper definitivamente con el canon del siglo XIX. Doi está entre los que hicieron esa ruptura. Acogió varias de las sugerencias que Constantino Bértolo llama el canon de la novela moderna, entre las que están: el narrador pierde su estatus de dueño y señor del tiempo y su sentido (el narrador omnisciente); se apoyó del multiperspectivismo, tomó el pasado como lugar del tiempo, el monólogo interior Doi lo despliega como modo “natural”, y también hizo que el azar perdiera la verosimilitud al disolverse en la sensación de destino. Algo muy importante que quiero señalar es que lo que Doi ha logrado, otros pueden lograrlo si como él se vuelca a formarse y a dedicarse al género.


Por esa razón entendemos que estamos ante un autor de primera línea. Un novelista que las letras dominicanas en particular, y las letras hispanas en un maraco más general, tendrán mucho que reconocerle. Ese reconocimiento no es algo que vendrá en un futuro lejano. Se trata de un merecido homenaje que ya ha comenzado en grande, y que se ha estado realizando durante este 2010, año 80 de su natalicio, y año 20 –digo yo– de haber comenzado su brillante carrera literaria. Mis más sinceras y cálidas felicitaciones a Manuel Salvador Gautier.

Playa Caribe, 20 de agosto de 2010.

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